El asunto se vuelve más preocupante cuando en los telediarios se alternan imágenes del “Mesías” Patxi López con declaraciones de políticos, como Rajoy, afirmando que es “un gran paso para la lucha contra ETA”, o que “por fin se ha cumplido el sueño de muchos (y a continuación recuerdan a Miguel Ángel Blanco)”, o que “con el nuevo lehendakari el fin del terrorismo está más cerca”. Con este tipo de informaciones, a cualquier telespectador un poco desinformado le parecerá que el Gobierno vasco lo formaban hombres con pasamontañas, trajes paramilitares y fusiles de asalto.
Ridícula tanta euforia por una victoria inventada. Muchos telespectadores pensarán que Patxi López ha obtenido la mayoría de calle, por eso están tan contentos. Yo les cuento que no es así. PNV obtuvo 30 escaños, uno más que en 2005, mientras que PSE –si bien aumentó sustancialmente el número de votos con respecto a 2005– sólo obtuvo 25. Sin embargo, la política –y más con el nuevo “Mesías” vasco– hace milagros. Lo último en disparates es que P“SO”E y PP se unan para lograr los puestos de poder en la política vasca, o lo que ellos llaman “unirse por la lucha contra el terrorismo”. Esta maniobra política interesada tiene como resultado un la investidura de un lehendakari no abertzale y un pepero como presidente de la cámara vasca, el colmo de los colmos teniendo en cuenta que el PP ha sufrido una derrota electoral con dos escaños menos. A eso lo llaman “democracia”, yo lo veo más como las incongruencias de un sistema inútil.
Tampoco entiendo la ilegalización de Batasuna. Los españolistas se pasan la vida reclamando diálogo con ETA y no son capaces de dejar participar a su brazo político en unas elecciones. Quizá el miedo está en no querer darse cuenta de cuántos vascos votarían esa formación. ¿Cómo se sentirá un vasco que no puede votar al partido que le representa y cuando encima vota a otro, por mucho que gane las elecciones, no puede gobernar? Así se solucionan los problemas, velando por los derechos de los ciudadanos y la “soberanía nacional”. Entiendo la irritación de amplios sectores de la población vasca, porque lo que se ha llevado a cabo es una manipulación en toda regla para ganar puestos de poder.
Los mismos políticos y medios que abogan por el pluralismo en España, dan brincos de alegría cuando se echa del gobierno a un partido nacionalista. De nuevo la insensatez de los españolistas en nuestro país. Ya sucedió en Catalunya cuando el PSC logró llegar al Govern tras 23 años de mandato nacionalista, con Jordi Pujol. Sin embargo, no recuerdo tanto jaleo mediático. En Euskadi es diferente, porque allí repartirán el bacalao PSOE y PP y ambos quieren sacar tajada de su papel en este “triunfo” en vista a las elecciones europeas. Aznar –que por favor no vuelva– comentó hace pocos días que Jaime Mayor Oreja, candidato del PP a las europeas, fue el que emprendió la lucha contra el nacionalismo. Oportuna observación Sr. Aznar, “siga trabajando” en su búsqueda de un buen plan de pensiones, porque en España sobran personajes como usted, ya tenemos dibujos animados.
Con todo esto quiero decir que la única pretensión que hay detrás de esta exaltación es vendernos la moto de que el nacionalismo vasco (PNV) es el culpable de que siga existiendo ETA. Pues bien, veamos como llega el fin del terrorismo con la toma de posesión del “Mesías” Patxi López y sus séquitos españolistas. Mientras, seguiré creyendo en esas nacionalidades (tanto catalana como vasca), que tanto han dado a un país –España– que no es el suyo, porque algunos preferimos recordar la verdad. Patxi, esperamos “ver la luz” pronto, “ilumina nuestro camino”, o mejor márchese por donde ha venido, tanto en Catalunya como en Euskadi sobran “españolitos” –por no llamarlos fachas– disfrazados de progres.
2 comentarios:
Gracias Aitor, con gente como tu escribiendo comentarios como este mi vida parece menos vulgar.
Gracias
Me ha gustado leerlo porque me he sentido identificado en todo lo que dices.
Además en este texto te mojas de verdad! ;)
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