domingo, 11 de enero de 2009

Fisiología y comunicación humana

El ser humano se diferencia de los animales por su capacidad comunicativa. Pero la comunicación entre humanos es mucho más compleja, pues la importancia de este proceso recae en la necesidad de construir comunidades con redes de intercambio de información cada vez mayor y en la creación de un sentimiento de identidad común que se transforma en memoria histórica de grupo, es decir, en el recuerdo de un pasado y la fabricación de un futuro. La transmisión de información nos permite vivir en relación comunitaria constante. Este rasgo del homo sapiens sapiens es producto de un conjunto de cambios fisiológicos. En este caso, estas características diferenciadoras de la especie humana las encontramos en el organismo de la mujer.

La primera diferencia es la receptividad sexual constante y la ocultación de la fertilidad. Este hecho obliga a la mujer a mantener un contacto continuo (a veces, por desgracia, intermitentemente) con el hombre. La dependencia de la mujer sobre el hombre para satisfacer su deseo sexual en el momento que ella lo requiera determina su acercamiento y, por tanto, la comunicación con el hombre. Éste, por otro lado, deberá llevar a cabo un proceso comunicativo (contra más elaborado, más efectivo) que le permita ser aceptado por la mujer para practicar el acto sexual. Posiblemente, este rasgo sea determinante para entender las relaciones comunicativas en la especie humana.

Una característica cuya consecuencia en la comunicación humana es más visible sería el difícil parto que deben superar las mujeres, que requiere una persona a su lado, por tanto, se convierte en un acto social. Esta sencilla situación implica la atención de una tercera persona que forma parte de la comunidad, por tanto, pasa a ser un acto comunitario. También, el hecho de que las crías sean prematuras obligan a la comunidad a preocuparse por ellas hasta los cinco años. Es en este periodo de constante contacto con la sociedad, en el que el niño recibirá mayor cantidad de información que almacenará. Esta transmisión de valores, conocimientos y normas sociales significa la preparación del niño a esa vida en comunidad. Además, todo lo que aprenda contribuirá a crear su identidad (conforme a su entorno) que se transformará en memoria histórica.

Otros rasgos menos reconocibles son la posición ventral para la cópula, lo que convierte el acto sexual en una acción comunicativa (intercambio de miradas, gestos, etc.). El orgasmo femenino no es más que una diferencia que contribuye a la receptividad sexual constante de la mujer y esta sofisticación del placer es un símbolo también de identidad humana. La menstruación permite medir en que grado de fertilidad se encuentra la mujer, según el momento del ciclo mensual. Este conocimiento comunitario es necesario para decidir sobre la procreación, por tanto, es un tema doméstico de interés en algunos casos que obliga a que se produzca un intercambio de esa información, e incluso un debate.

Finalmente, el cambio fisiológico más importante sería la menopausia. Este cese de la actividad reproductora significa la aparición de la figura de la abuela. Este icono familiar, que pasa junto al niño sus primeros años de vida, se encarga de transmitir toda la información necesaria para integrar al niño en la sociedad, formarlo como individuo. Este proceso involuntario será la base del conocimiento social del niño y garantizará el sentimiento de identidad comunitaria. Este intercambio informativo unilateral permite crear una identidad social, que trasmitida de generación en generación formará la memoria histórica del grupo.


Todos estos casos permiten explicar la comunicación humana. Las diferencias fisiológicas de la mujer son la causa de la complejidad de nuestro intercambio comunicativo. Si es esta desarrollada comunicación la que nos diferencia de las demás especies y los motivos de esta virtud humana los encontramos en la fisonomía de la mujer, podemos concluir intuyendo que el hombre no se diferencia tanto de según qué animales.



Artículo para la Universidad entregado en la asignatura Historia general de la comunicación (Periodismo UAB)