martes, 15 de diciembre de 2009

Pasión

Podemos cambiar de trabajo, de casa, de pareja, de manera de vestir e incluso de cara. Podemos cambiar de nombre, de nacionalidad, de religión e incluso de Dios. Pero hay algo que no podremos cambiar nunca: nuestra pasión. Lo único que llena la vida de sentido es nuestra pasión.

Existirán los apasionados por el futbol, por las motos, por la bebida, por la lectura, por una mujer o por todas las mujeres. Hay infinidad de pasiones, pero si no consigues levar a cabo la tuya, no esperes ser feliz, tu vida estará siempre vacía.

El secreto de sus ojos, Juan Jose CAMPANELLA

1 comentario:

Anónimo dijo...

las pasiones cambian y son muchas veces traicioneras